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Año Internacional de las Legumbres
Teresa Rojas Rabiela, Rica herencia mesoamericana
investigadora del
CIESAS, especialista El frijol fue la fuente principal de proteínas de origen vegetal de la dieta de los habitantes
en etnohistoria de mesoamericanos. Esta legumbre, a diferencia del maíz que es una sola especie, se diversificó
la agricultura de los en lo que ahora es el territorio mexicano. Aunque históricamente se han encontrado rastros
periodos prehispánico de cinco especies, solo tres de estas tienen a México como centro de origen.
tardío y colonial
temprano. Foto: De acuerdo con fuentes históricas y estudios arqueobotánicos, las tres especies son el
Elizabeth Ruiz/AMC. frijol común, Phaseolus vulgaris; el ayecote, Phaseolus coccineus y el frijol tépari, Phaseolus acuti-
folius. La doctora Teresa Rojas Rabiela, estudiosa de la historia de la agricultura prehispánica,
comentó que “las otras dos especies que también se cultivan en esta región, pero cuyo
centro de origen probablemente es el área andina, son el frijol lima, Phaseolus lunatus, que se
cultiva en Yucatán principalmente, y el murutungo, Phaseolus polyanthus.
La investigadora destacó que antes de la llegada de los españoles a Mesoamérica ya había
una tradición de siglos en la que los habitantes habían domesticado o adaptado estas cinco
especies, cuya antiguedad se conoce gracias a excavaciones realizadas en cuevas secas.
Se sabe, además, que “el 90 % de las especies silvestres americanas del género son peren-
nes, pero en el proceso de domesticación se volvieron anuales por mutaciones, además de
que experimentaron cambios morfológicos como el de la vaina torcida a manera de espiral
que se volvió recta”.
Restos de P. vulgaris se encontraron en la cueva de Ocampo, Tamaulipas, y se dataron
con una antigüedad de 4 000 años antes de Cristo (a. de C.), mientras que ejemplares de P.
acutifolius hallados en Coaxcatlán, Puebla, en 3 100 años a. de C. Estos son los frijoles más
antiguos encontrados hasta el momento.
En excavaciones posteriores realizadas en una cueva del Valle de Oaxaca llamada Guilá
Naquitz, se hallaron nuevas evidencias que permiten saber cuándo se domesticaron algunas
plantas, la más antigua es la calabaza, Cucurbita pepo, cuyos restos fueron fechados en 8 000
años a. de C., le siguen en antigüedad el maíz y los frijoles, de estos últimos el P. vulgaris y el
P. acutifolius, fechados entre 4 000 y 2 300 a. de C., en cuevas de Tamaulipas y entre 8 000 y
6 500 años a. de C., en la de Guilá Naquitz arriba citada.
10 / Boletín informativo de la Academia Mexicana de Ciencias

