Premio “Jorge Lomnitz Adler”
El Premio Jorge Lomnitz Adler en Dinámica No-Lineal fue instaurado en 1996, por acuerdo común del Instituto de Física de la UNAM y la Académia Mexicana de Ciencias con el objetivo de distinguir las aportaciones notables de científicos nacionales al moderno campo de la Dinámica No-Lineal. El premio se otorga anualmente y consiste en un diploma y una aportación monetaria.
¿Quién fue Jorge Lomnitz Adler?
Decir que Jorge fue un físico brillante sería decir mucho, pero no sería hacer justicia a la personalidad compleja ya la mente científica cultivada y privilegiada de quién fuera un investigador, maestro y compañero ejemplar.
Ingresó a la Facultad de Ciencias de la UNAM, Obtuvo su Maestría en el CINVESTAV y se doctoró en Oxford. Posteriormente realizó una estadía posdoctoral de dos años en la Universidad de IIiinois en Urbana, donde se interesó por los sistemas complejos. Desechando oportunidades de quedarse en Estados Unidos, regresó a México y se incorporó al grupo de sistemas complejos de este Instituto.
Por tradición familiar Jorge se interesaba por la sismología, campo donde percibía la oportunidad de hacer importantes. contribuciones. La sismología se diferenciaba de otras disciplinas de la física aplicada en que el foco de un temblor es inaccesible a la observación directa, por encontrarse a una profundidad que el hombre aún no ha logrado alcanzar. La estimación del riesgo sísmico se basaba en la suposición que los temblores eran eventos independientes que carecían de correlación entre ellos. Sin embargo, hace unos quince años se comenzaba a sospechar que el sistema de fallas que producía los temblores era autoorganizado, de la misma manera como un sistema hidrológico de ríos y afluentes.

Jorge Lomnitz puso su talento, su entusiasmo y su inventiva al servicio de esta nueva hipótesis. Construyó ingeniosos modelos matemáticos y computacionales mediante los cuales logró explorar las propiedades de recurrencia de los grandes sismos. La estrategia que utilizó Lomnitz fue cuidadosamente planeada. Primero derivó las relaciones matemáticas formales entre las variables que gobiernan el proceso sísmico en el dominio del tiempo, lo que condujo a una ecuación maestra entre el estado de la falla antes y después de una ruptura. Utilizó estos resultados para diseñar un experimento en computadora, basado en el concepto de los autómatas celulares que originara von Neumann. Demostró que existían dos tipos de temblores, los pequeños que se originan por la ruptura de apenas dos o tres celdas, y los grandes que rompen todo el conjunto disponible de la matriz de celdas.
Estos trabajos fueron realizados y publicados conjuntamente con los miembros de su grupo en el Instituto de Física de la UNAM y con sus estudiantes. Posteriormente, en una estancia de seis meses en los Ángeles, Jorge trabajó con científicos de la Universidad de California y publicó un importante trabajo conjunto con la participación de miembros de su grupo. A partir de este momento, su interés se volcó cada vez más sobre sobre el problema crucial de la fricción, problema que desafortunadamente no tuvo tiempo de resolver.
La aventura intelectual protagonizada por Jorge Lomnitz rebasaba el estado de avance de la geofísica en ese momento. Al encontrarse con limitaciones de disponibilidad de datos, decidió estudiar un sistema similar al de los temblores que fuera más accesible a la experimentación. Fue así como se decidió a estudiar avalanchas. Conjuntamente con sus colegas del Instituto de Física de la UNAM, Lomnitz construyó un tambor rotatorio lleno de arena con el cual se podía estudiar directamente el comportamiento de un sistema complejo. Los resultados obtenidos por Lomnitz son fértiles y enigmáticos y su relevancia para el estudio de los sismos no ha sido plenamente aprovechada todavía.
El premio que lleva su nombre está destinado a perpetuar las inquietudes de una de las personalidades científicas más apasionantes que ha producido la física mexicana. Que la fructífera combinación de imaginación, elegancia y rigor que caracteriza la obra de Jorge Lomnitz sirva de aliciente a las futuras generaciones de científicos que él ayudará a formar.
Coordinación Área Premios
Informes: mbeatriz@unam.mx