Page 14 - AMC Boletín #62
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Una mirada al patentamiento en México

                        Ahora investigadores tienen
                        más facilidades para patentar

Jesús Antonio del Río                      El actual director del Instituto de Energías Renovables (IER) de la Universi-
Portilla, director del                     dad Nacional Autónoma de México (UNAM) es autor de cuatro patentes,
Instituto de Energías                      ocho solicitudes de patentes y siete registros de programas de cómputo en
Renovables (IER) de la                     coautoría con otros investigadores. Cada caso ha sido particular y cada uno
UNAM. Foto: Cortesía                       ha llevado su tiempo. Sin embargo, para el físico el principal problema para
del investigador.                          patentar en México es que esta cultura aún es incipiente “en el vox populi se
                                           dice que los mexicanos son muy ingeniosos y que tienen muchas formas de
                                           resolver los problemas, pero no hay una tradición para resolverlos, en la
                                           industria, por ejemplo, con una patente”.

                                               Y aunque naciente, esta cultura empieza a avanzar a través de los pro-
                                           gramas de promoción y difusión del Instituto Mexicano de la Propiedad
                                           Industrial (IMPI) para fomentar el patentamiento, así como de las institu-
                                           ciones académicas y universidades que comienzan a abrir sus oficinas de
                                           transferencia de tecnología y conocimiento. En el caso del IER se dan cursos
                                           a estudiantes e investigadores de cómo se patenta y las secretarías o los
                                           consejos estatales de ciencia y tecnología hacen lo propio.
                           “Es equivalente a lo que hace 40 años se hacía para incentivar a los investigadores a que
                        publicaran en revistas arbitradas. En ese tiempo, su trabajo no se veía reflejado en publi-
                        caciones científicas, pero se hizo un esfuerzo, de hecho, el Consejo Nacional de Ciencia y
                        Tecnología nació a principios de los 70 para fomentar que los científicos mexicanos publi-
                        caran. Hoy en día tenemos un sector de ciencia, tecnología e innovación profesional, solo
                        necesitamos incorporar esa cultura de innovación y patentamiento que nos puede servir
                        para generar mayor riqueza en el país”, dijo Jesús Antonio del Río Portilla.
                           Entre las patentes que tiene el integrante de la AMC se encuentran el desarrollo de un
                        “Concentrador solar toroidal”, que concentra la energía radiativa de cualquier fuente radiati-
                        va, incluido el Sol; un “Método de fabricación de multicapas luminiscentes de silicio poroso”,
                        que podría ser la parte activa en diodos emisores de luz conocidos como LED, láseres, celdas
                        solares, etcétera, y un “Horno solar tipo caja optimizado”, diseñado para operar todo el año
                        con solo tres ajustes de posición y cuatro movimientos a lo largo de ese periodo de tiempo.
                           Estos desarrollos aún no se encuentran en el mercado y ello se debe a que el siguiente
                        paso no es el fuerte de los científicos, pues no son publicistas, ni mercadólogos, ni saben bus-
                        car al potencial comprador de su invención y tampoco es su trabajo ni su objetivo principal.
                        “Las instituciones académicas necesitamos aprender a vender lo que hacemos y las empresas
                        mexicanas necesitan tener una mayor actividad para detectar esas posibilidades de innova-
                        ción, de nuevos productos para comercializar. Necesitamos tener personal muy capacitado
                        en las oficinas de transferencia de las universidades, y es algo que estamos generando poco a
                        poco. Las universidades se están preocupando por tener esos espacios que no teníamos hace
                        30 años. Ya estamos empezando a tener algunos frutos pero todavía nos faltan”.
                           Otro aspecto a destacar es que ahora los científicos puede recibir regalías por su
                        invención, la Ley de Ciencia y Tecnología desde 2015 establece que “para promover la comer-
                        cialización de los derechos de propiedad intelectual e industrial de las instituciones, centros
                        y entidades, los órganos de gobierno o equivalente aprobarán los lineamientos que permitan
                        otorgar a los investigadores, académicos y personal especializado que los haya producido

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