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2015 Año Internacional de la Luz y las tecnologías basadas en la luz
El influjo del Sol en
el clima terrestre
La radiación solar a lo largo de millones de años ha ido María del Socorro Lozano
variando dando lugar a cambios climáticos como los pe- García, investigadora del
riodos glaciales e interglaciares en la Tierra. “La historia Instituto de Geología de la
climática del planeta es una historia de enfriamiento. En UNAM. Foto: Elizabeth Ruiz/
el inicio de su formación su temperatura era muy alta AMC.
pues estaba siendo bombardeado por cuerpos celestes,
pero cuando esta fase terminó entró en un proceso de
enfriamiento y comenzó la eliminación de gases que contribuyeron a la formación de la
atmósfera. Hasta entonces, el Sol emitía menos radiación pues era una estrella joven.
Los primeros registros geológicos que hay sobre el planeta indican la existencia de agua
en forma líquida y a pesar de que el Sol era más débil —alrededor de 30% menos que
en la actualidad— nuestro cuerpo celeste no se congeló, a esto se le llama la paradoja
del Sol joven”, explicó la doctora María del Socorro Lozano García, del Instituto de
Geología de la UNAM, sobre la relación que ha existido a través de millones de años
entre los cambios de la radiación solar y la evolución del clima terrestre.
En el pasado hubo un mayor efecto de tipo invernadero debido a una mayor concen-
tración de gases en la atmósfera, y aunque ahora se hable del aumento de GEI y del
calentamiento global como fenómenos dañinos, en el comienzo en la Tierra esos gases
permitieron que no se congelara, favoreciendo así el desarrollo de la vida.
La atmósfera careció de oxígeno pero lo adquirió con el desarrollo de la biósfera
—aparición de organismos fotosintéticos— y se pasó de una atmósfera reductora a
una oxidante. Así, el Sol —que se considera una estrella joven de 4 mil 500 millones
de años de edad— a medida que envejece emite más radiación aunque la que llega a la
Tierra no es constante y sus variaciones dependen de la posición del planeta con res-
pecto al Sol, la cual está condicionada por las fuerzas gravitacionales que otros cuerpos
celestes ejercen sobre él creándose los llamados ciclos de Milankovitch, que a su vez
están controlados por cambios periódicos en la excentricidad, la precesión y la inclina-
ción del eje del planeta. Por ejemplo, el periodo de excentricidad es de 100 000 años,
el de inclinación del eje varía cada 43 000 años, y el de la precesión (el bamboleo que
presenta la Tierra cuando gira) es de 23 000 años. La radiación solar varía en diferentes
épocas dando lugar a cambios climáticos. Estos en escalas milenarias modificaron tanto
las corrientes atmosféricas como las oceánicas, indicó la integrante de la AMC.
Durante el solsticio de inverno, cuando la distancia de la Tierra al Sol alcanza su
mínimo —alrededor 147 millones de kilómetros— y en el solsticio de verano, cuando
está más alejada —152 millones de kilómetros—, se establece una diferencia de cinco
millones de kilómetros, “que no parece mucho pero causa que nuestro planeta reciba
menos energía en uno de sus hemisferios y más en el otro, la diferencia representa
aproximadamente 3.5% de la energía total”. Mariana Dolores
Boletín informativo de la Academia Mexicana de Ciencias / 19

