Premio Nobel de Medicina 2017

 

 

 

Jeffrey C. Hall, University of Maine, EU.

Michael Rosbash, Brandeis University in Waltham, EU

Michael W. Young, Rockefeller University, NY. EU.

 

Por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano.

 

Los estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young fueron reconocidos con el premio Nobel de Medicina de 2017 "por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano".

 

La vida en la Tierra se adapta a la rotación de nuestro planeta. Desde hace años se sabe que los organismos vivos, incluidos los humanos, tienen un reloj biológico interno que les ayuda a anticiparse y adaptarse al ritmo regular del día. Pero, ¿cómo funciona realmente este reloj? Jeffrey C. Hall (Nueva York, 1945), Michael Rosbash (Kansas City, 1944)  y Michael W. Young (Miami, 1949)  fueron capaces de mirar dentro de nuestro reloj biológico y elucidar su funcionamiento interno. Sus descubrimientos explican cómo las plantas, los animales y los seres humanos adaptan su ritmo biológico para que esté sincronizado con la rotación de la Tierra.

 

Utilizando las moscas de la fruta como organismo modelo, Hall, Rosbash y Young, los Premio Nobel de este año, aislaron un gen que controla el ritmo biológico diario normal. Mostraron que este gen codifica una proteína que se acumula en la célula durante la noche, y luego se degrada durante el día. Posteriormente, identificaron componentes proteínicos adicionales de esta maquinaria dentro de la célula. Ahora se sabe que los relojes biológicos funcionan con los mismos principios en células de otros organismos multicelulares, incluso el de los humanos.

 

Nuestro nuestro reloj interno adapta nuestra fisiología a las diferentes fases del día. El reloj el comportamiento, los niveles hormonales, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo. También nuestro bienestar se ve afectado cuando hay un desajuste temporal entre nuestro entorno externo y este reloj biológico interno, por ejemplo, cuando se viaja a través de varias zonas horarias y experimentamos el jet lag. También hay indicios de que el desajuste crónico entre nuestro estilo de vida y el ritmo dictado por nuestro cronometro interno se asocia con un mayor riesgo a tener diferentes enfermedades.

 

Con información del Comité Noruego del Nobel, Para mayor información sobre este Premio: www.nobelprize.org